Si las paredes del restaurante Tinajero del Hotel Hilton de Cartagena hablaran ¡cuántas cosas no contarían!. Durante muchos años y durante el desarrollo del Concurso Nacional de Belleza, fue punto de encuentro de los jurados y de las candidatas. Allí se realizaban las entrevistas privadas con las concursantes y los jueces deliberaban un día antes de la elección.

Tras varios años de permanecer cerrado, hoy el Tinajero Steak & Seafood House volvió a abrir sus puertas, conservando ese ambiente de la típica casa cartagenera del siglo XVI en la que siguen representados los ventanales, balcones  puertas de madera, y otros pintorescos detalles como fuentes, cuadros, muebles de la época y el emblemático aljibe con su tinaja.

Su decoración fue inspirada en la Casona de la Candelaria, que quedaba en la Calle de Las Damas, ubicada a una cuadra de la  Plaza de Bolívar. En esa mansión, años después, funcionó en el primer piso el Bodegón de la Candelaria con el que el Hilton tuvo un contrato de arrendamiento. Ese restaurante, podría decirse que fue la carta de presentación del Hilton en Cartagena.

Con la reapertura del Tinajero, en el que también se han sentado a manteles incontables celebridades, es muy probable que el jurado de este año utilice ese elegante y señorial lugar para hacer su trabajo, en medio del hermetismo que se requiere, y de paso degustar la variada oferta gastronómica que ofrece el restaurante en su carta.

Las carnes y mariscos son las especialidades de la casa, incluyendo el arroz al pescador, el lomo al trapo y el pargo al cabrito, este último servido en una cacerola con el carbón  humeante.

También están el Filet mignon, el Rib eye y New York Steak. En mariscos la ensalada de langosta El Tinajero,  coctel de langostinos y el clásico Surf and Turf, que es una cola de langosta en salsa. No podía faltar el tradicional arroz con coco, como complemento.

Ningún plato se entrega a huéspedes y comensales sin tener antes el visto bueno del chef  Héctor Pájaro. A su cargo, Pájaro tiene 32 personas que trabajan en todas las áreas del hotel.

De lavaplatos a chef

Héctor Pájaro es un referente de superación. Comenzó como lavaplatos en el Hotel Hilton. Después pasó a ayudante de cocina haciendo jugos. Luego aprendió a realizar figuras de hielo y más adelante fue nombrado jefe de cocina de platos fríos.

Como su deseo era aprender lo que más le gustaba, lo llamaron de un hotel en Quito, Ecuador, para trabajar en la cocina. De ahí pasó al hotel Decamerón en  Panamá  y años más tarde la misma cadena lo trasladó  a San Andrés.

Con toda esa experiencia volvió a su natal Cartagena cuando vio la posibilidad de regresar al Hilton, donde necesitaban a un sub-chef.

Hoy es el chef general del mismo hotel que fue su escuela.